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Mostrando entradas de 2017

Parte IV: "Recuerda que esto es Venezuela pero en otro país" (Ahora el secuestro es del gobierno)

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Viendo hacia Falcón de lejos, quieta, meditando, mientras una colombiana me narraba lo divertido que sería tener una amiga venezolana en Aruba. Su esposo tenía como 70 años, una escapatoria al problema con la guerrilla en su país. Yo seguía sin decir nada, solo viendo lo cerca que estaba Venezuela, mi país cuyo consulado estaba cerrado ese miércoles después de los carnavales porque sus funcionarios se agarraron un día de más de vacaciones. Mi vuelo de regreso era para el viernes a las 9 p.m. por lo que solo me quedaban dos días para obtener un pasaporte. ¿Será que saldrán lanchas desde aquí hasta la Vela de Coro?; ¿Perdón?; Yo, pensando en voz alta; Mira a nuestros esposos tan lindos jugando billar; ¡Sí, muy lindos! Me paré de la terraza del bar y le dije a Eddy que me quería ir a la casa, donde me quedé dormida en le sofá  de lo cansada que estaba. El reloj marcaba las 3 a.m., y salí al porche para esperar el amanecer. Hice café, tosté algo de pan, esperé el milagro que se des

Parte III: ¿Que harías en un país extraño sin pasaporte, dinero y encerrada a la fuerza?

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Abro los ojos. Todo sigue normal. Sigo otra vez en el cuarto rosa pálido, la maleta sigue allí, el sol brilla bellamente por la ventana de al frente. ¡Todo está normal! ¡Dulce, todo esta normal, fue solo una pesadilla gracias a Dios! Al voltear, allí está durmiendo como una piedra a tu lado. ¡No puede ser, no puede ser! Me paró, busco la cartera de rayas azules con amarillo y no está, no está. ¡Dulce, no sigas buscando que ese bolso se perdió! ¿Y por qué estás en mi cuarto? Porque es mi casa, porque me da la gana, será por eso. Eddy, necesito que me ayudes, estamos a martes de Carnaval y mi vuelo sale este viernes, dime qué se hace en estos casos. ¿Qué se hace?, hoy es feriado, hoy no se trabaja, hoy te toca aceptar que no puedes salir, ¡es así de sencillo! Mis lágrimas no me dejan ver bien el momento en que se para de la cama y se acerca a mí, y yo lo esquivó para sentir un empujón de su parte que me tira hacia la pared, mientras él sale de la habitación. Voy corriendo al bañ

Secuestrada en Aruba. Parte II

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Quizás era mi paranoia de "piensa mal y acertarás", pero era muy incómodo estar en una casa con alguien que no te habla, no te mira, no te determina. La sala era rosada, el sofá beige y entre sus manos un álbum azul que ojeaba sin parar. "Dulce, ven un momento", así me habló sin quitar la vista de las fotos. Me acerqué y me senté a su lado para verlo con 25 años menos: cabello largo negro, delgado, chaqueta de cuero disfrutando en un mini cooper de las calles londinenses. "Sí, estaba casado y vivía en Londrés, pero no pude tener hijos. Ahora tengo 45 años y es una de las cosas más gratas que quiero hacer". Sí, me parecía lindo y todo lo cursi del caso, pero se encontró conmigo que no se veía ni se ve con pañales ni talco de bebés. Se vio conmigo con un carácter más jodido que ahora, que no mide, que no ve las consecuencias.

Secuestrada en Aruba. Parte I

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Y la ganadora es... ¡Dulce Pérez Colmenárez de Tips Imagen y Comunicación! Así anunciaron en la preventa de Globovisión de 2006 y yo sin saber que el premio eran dos pasajes a Aruba. Los pasajes mas no la estadías, así que le dije a Donny que entre los dos podríamos costear un fin de semana en un hotel tipo Holiday Inn y así fue como, un viernes en la noche, estábamos cenando en un precioso hotel entre personas hablando varios idiomas y disfrutando de un rico tinto. Era como una luna de miel, así lo quise ver hasta, que al día siguiente, dentro de una tienda del Holiday Inn se me desaparece de la vista Donny, a quien veo muy entusiasmado hablando inglés con una extranjera: Que no era lo que estoy pensando, que deja el drama, no te pongas brava...

Lo que dices odiar, puedes terminar amándolo

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Siempre detesté el oriente del país por sus carreteras estrechas, puentes caídos con las lluvias y un mar de gente colapsando las vías en temporada alta, pero como todo... un día cambió ¡Todo te puede cambiar en un día! Gil había perdido físicamente a su papá y, una forma de reencontrarnos con su legado, fue hacer un viaje hacia Río Caribe en Sucre.

Cuando me iban a deportar a la Vela de Coro

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Se acercaba un feriado y a mí me dio por pensar que no conocía los Médanos de Coro. Así que tomé la laptop, ingresé a la página de Valentina Quintero para enamorarme por fotos de la posada La Casa de los Pájaros. El detalle: no había pasajes de avión para la ciudad, por lo que la solución era encontrar un puesto en un autobús,  pero se acercaba un feriado agitado y eso, amigo mío, era misión imposible.

Cuando Laotse Armas fue mi crush

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Hoy le digo a Lao: Hace siete años fuiste mi Crush y él me dice: ¿qué es eso? pues un amor imposible, como el que se siente con los artistas de tv.... Hace siete años estaba enamora de tu obra y de tu vida en Barcelona, España, pero obvio que era un imposible (pues andas en un país y yo en otro y a mí eso de la distancia tan larga no me da, por eso cuando en 2007 se me acerca un francés para un noviazgo virtual, pues simplemente le dije: ¡no!).

Y duró tres años

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El escenario: las sillas circulares y oscuras, ¡mínimas!; que si haces un mal movimiento, las bebidas terminan derramadas en tus pies. ¿Habíamos pelado? Probablemente, entre tú y yo, eso era 70% de probabilidad. Sí, puede ser. Las sillas eran incómodas, pero estaba feliz de estar allí. De haber llegado a las 10pm donde solo estaban el encargado, los mesoneros y nosotros, esperando por el gran tributo de Cultura Profética.

Hoy te recordé

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Estaba limpiando el cuarto que ahora es mi oficina y allí estaba: la arena contenida en dos círculos de vidrio. El día que me lo diste andaba ansiosa por verte. Me puse un vestido beige, llegué súper temprano a la oficina (cosa que no hago con frecuencia) y, en vez de estar atenta al correo, lo que veía era tu mensaje, notificándome que ya estabas en Caracas con rumbo a El Paraíso.

Pues sí, ¡él era mi Tarzán!

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Canaima era mi sueño hecho realidad: un verde inmenso, aguas que te invitan a nadarlas, ropa ligera, comida exquisita y gente súper cálida. Ese primer día llamé a la editora de la revista Impacientes -pues sí, la loca de yo se llevó una laptop- para decirle: ¡Amiga, nunca me he atrasado en las entregas, pero es que no puedo, esto es demasiado para mí! Así que agarré celular y equipos electrónicos, los metí en la maleta bajo llave y adiós. Le dije adiós a los cargos, a la familia, a los miedos, al trabajo. ¡Estos días serían para mí sin límites! Así que no es de extrañar que al llegar la noche, saliera de mi habitación para ver de dónde diablos salía ese reggaeton.

Cuando me sentí tan pequeña y estúpida

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Había regresado de Ciudad Bolívar, pero El Ávila no me hacía olvidar mis ganas de irme al sur. Pronto tendría las vacaciones del trabajo, esas que eran un embrollo coordinar con otra persona porque marzo es flojo económicamente o, mejor dicho, 90% de la población gastó todo en Carnavales. No había que darle mucha vuelta: ir a la página web, colocar Canaima y contactar a una agencia de viaje y listo; pero no lo quería así, más bien deseaba que fuera como una señal, un mensaje del destino hasta que Laura regresó de un fin de semana largo a la Gran Sabana, pero resulta que Adrián se había equivocado al comprar los pasajes y, en vez de darle click a Santa Elena de Uairén, habían dado con la parada que me propuse desde febrero. ¡Allí estaba la llamada de Dios!