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Mostrando entradas de enero, 2018

Primer encuentro formal en la casita del terror

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                Tiempo: Hace 7 años Lugar: azotea de la casa Hora: mañana Esas fueron las preguntas que me hizo una espiritista cuando tenía 15 años de edad, último recurso que usó mi familia al verme actitudes extrañas que no pudieron ser explicadas por psicólogos y psiquiatras. ¿Qué si lo recuerdo con exactitud? jajaja, me le reí efusivamente a la experta en hechos del más allá. Todo comenzó cuando jugaba con mi barbie ojos de diamante en la parte que no tenía techo de la azotea. La sumergía en una gran ponchera anaranajada que en mi imaginación lucía como una espectacular piscina, la cual brillaba de majestuosidad cuando se le combinaba con el traje de baño rosado y el cuerpazo de mi muñeca. Ese juego inocente fue interrumpido por la voz de una mujer que, muy suavemente, me llamaba. Debo confesar que no le hacía mucho caso, ya que pensaba que era mi mamá que quería que bajara inmediatamente del lugar; pero la voz continuaba hasta que paraba en seco. Al dí

Cuando conocí el poder del fuego

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            Como lo del suicidio no resultó, inventé otra forma de escapatoria: convertirme en una niña introvertida, seria, de pocas palabras, como señal de protesta a esta vida que para nada me atraía, ya que sabía cuál iba ser su historia y su fin. Sola, quería estar sola en los pequeños espacios de la casa que quedaban tranquilos en la tarde cuando mis hermanas se iban al liceo. Esa falta de ruido me animaba a fantasear otras vidas, otros nombres, otros paisajes...Para ello, mi vista quedaba fija viendo algún punto de la pared de la cocina, y ese punto se convertía en un túnel de escapatoria. ¡Dulce, Dulce, Dulce!, gritaba mi mamá, haciéndome salir del transe. ¡Esta niña si es rara!, se repetía una y otra vez, mientras encendía la hornilla con un papel de panadería que había prendido con un fósforo. Lo que más me gustaba de esa escena era ese color azul cautivante, ese azul que se apropia de mis actuales dibujos y pinturas. Yo quería que esa tona

Parte de mi vida o la casita del terror

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Sé que estás líneas emocionarán algunos, ya que varios me lo han pedido. Aquí les contaré la historia de mi vida que muchos desconocen... Sin pensar, sin meditarlo, entré a la cocina: baldosas blancas con decorados rojos encerraban un espacio cubierto por un techo blanco, una nevera Geneneral Electric de una puerta, una lavadora usada, una mesa blanca con bordes rojos para picar las verduras y dos banquitos vinotinto. Lo recuerdo como si fuera ayer... una imagen fotográfica que viene a mi mente desde que tenía 15 años, pero no fue a esa edad en que ocurrieron los hechos, sólo que al ser quinceañera evoqué ese instante que me hace pensar que mi vida tiene un significado extraño, misterioso, porque para algunos no es normal que una niña se fije en un cuchillo de cortar carne, grande, grueso, afilado con mango de madera opaco esperando por mí sobre la mesa diseñada para desayunar. Lo agarré con mi mano derecha, me le quedé viendo fij

Parte V: Fin del secuestro o por qué duré tiempo sin salir del país

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"¡Como se ve que no sabes con quién estás hablando!", la estúpida frase que en esa época me salía cuando se me disparaban los tapones. ¡Yo soy periodista y todo lo que están haciendo aquí lo sabrán cuando esté de vuelta en Venezuela! Y cómo se supone que estarás si no tienes cómo salir. Entonces me quedaré aquí, comeré aquí, viviré aquí, seré tu pesadilla. Voy a llamar ya para que te saquen. ¡Hágalo! ¡Bueno, ya basta, esto no parece un consulado, sino una gallinera! Me presento, soy Eddy y soy arubeño, si necesitan saber lo que dice el documento de la policía, se lo puedo traducir sin problema, pero solucionemos esto lo más rápido posible. No es la falta de un traductor, es que ese documento debe estar legalmente traducido al español. Se lo estoy pidiendo de por favor. Yo le estoy diciendo de por favor que no podemos hacer nada, y de paso la cónsul no está, por lo que su amiga perderá el vuelo y tendrá que venir la semana que viene para ver qué se puede hacer, además, no