El poder de las ánimas
Risas, burlas, intrigas fueron algunas de las cosas que produjo mi corte de cabello repentino entre las personas del colegio, el cual solo aceptaba como estudiantes a personas del sexo femenino. Por lo cual, se pueden imaginar que estudiar el bachillerato no fue una experiencia de travesuras o aventuras dignas de la adolescencia, más bien una etapa para conocer el lado más terrible de las mujeres. Envidia, chismes, anorexia, bulimia, lesbianismo, embarazo prematuro fueron parte de mi día a día desde los 12 hasta los 16 años de edad. Características, sentimientos, adjetivos que me ayudaron a definir una posición que rechaza el maquillaje, el acto de tener amigas y el hecho de tener sexo sin protección. En ese ambiente que definiría simplemente como de "víboras", me convertí en el centro de atención, no solo por las buenas notas, sino por mi decisión de tener una apariencia desaliñada y de evitar relacionarme con alguna de esas especímenes. Po...