El detrás de esta foto en... Choroní

Andábamos totalmente libres y, cuando digo libres, no es que nos conocimos en una fiesta y al día siguiente nos fuimos por allí. ¡No!, nada de eso, él ya no laboraba en un diario capitalino, que estaba sufriendo unas fuertes discusiones con su grupo de empleados a raíz de la fusión del área impresa con lo digital, mientras esta servidora estaba trabajando en una agencia de publicidad donde aportada ideas, ideas, ideas y más ideas, pero sentía que mis esfuerzos tomaban los nombres de otros en las reuniones gerenciales.

 Entonces, me dije: "¿En verdad me merezco esto?

Así que, sin ponernos de acuerdo, renunciamos casi cerca de diciembre, ¡una locura para muchos!, pero sí, no nos importó el tema de las utilidades y nos fuimos de nuestro espacio de seguridad a la aventura, de sentirnos invencibles y con las ganas de trabajar por nuestra cuenta.


De eso que nos dieron, agarramos un porcentaje para pasar unos días en Choroní en las fechas donde no hay muchos turistas, y nos lanzamos para quedarnos en una posada súper acogedora con un dibujo de un Turpial en sus puertas de madera.

Apenas llegamos, nos cambiamos de ropa y nos fuimos a su playa. Él con el instrumento que más le apasiona: la cámara; y yo con las ganas de respirar mar.

Vimos una playa solitaria con un cachorro callejero de los más dulce que nos perseguía a todos lados y nos servía de escolta. Así fue cómo nos adentramos a Playa Grande y nos apoderamos de su puesto de salvavidas. Él para ver los contrastes de la madera con el mar, y yo para imaginarme que era modelo profesional y, quién sabe, si en esa nueva etapa de vida me saldría un tigrito de ese estilo, así que me dejé tomar varias fotos como si se tratase de un calendario.

Luego, el can con sus ladridos nos decía que lo acompañáramos al último extremo de la playa, donde un grupo de personas hacían una ofrenda al mar por su religión y, manteniendo la distancia, se nos fue acercando una de las rosas que le regalaban a los santos.

¿Te acuerdas de la rosa?, me pregunta cuando ve una de estas fotos que subí recientemente a mi facebook.

Lo que recuerdo es nostalgia, ternura y tonos rosas; así que inmediatamente entré a mi banco de imágenes para ver si la había guardado y allí estaba solitaria, haciéndome preguntar qué habrá significado esa flor en el mar.

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