Parte de mi vida o la casita del terror


Sé que estás líneas emocionarán algunos, ya que varios me lo han pedido. Aquí les contaré la historia de mi vida que muchos desconocen...





Sin pensar, sin meditarlo, entré a la cocina: baldosas blancas con decorados rojos encerraban un espacio cubierto por un techo blanco, una nevera Geneneral Electric de una puerta, una lavadora usada, una mesa blanca con bordes rojos para picar las verduras y dos banquitos vinotinto.
Lo recuerdo como si fuera ayer... una imagen fotográfica que viene a mi mente desde que tenía 15 años, pero no fue a esa edad en que ocurrieron los hechos, sólo que al ser quinceañera evoqué ese instante que me hace pensar que mi vida tiene un significado extraño, misterioso, porque para algunos no es normal que una niña se fije en un cuchillo de cortar carne, grande, grueso, afilado con mango de madera opaco esperando por mí sobre la mesa diseñada para desayunar.

Lo agarré con mi mano derecha, me le quedé viendo fijamente, luego estiré mi brazo izquierdo, viendo las venas de mi muñeca, viendo la salida a la vida que llevaba conmigo solo apenas 8 años. Lentamente, poco a poco, la punta afilada del cuchillo comenzó a introducirse entre mi carne, la verdad es que no sentía dolor, más bien alivio, esperanza por el pronto fin, pero cuando la herida era sólo el inicio, mi prima de 5 años se acercó a ver que estaba haciendo y mi reacción natural no fue parar, sino darle el cuchillo para que los sostuviera y gritar como loca, con llanto, con histeria para que mis padres y tíos creyeran que era ella la que había pecado. Sus ojos develaban confusión, hasta sujetaba el instrumento con inocencia, como si se tratara de un juego de niños.

Hoy las baldosas siguen siendo blancas, pero las decoraciones se ven rosadas, quizás por el paso de los años, el polvo, el aceite o el gas, lo que no se ha borrado es la tonalidad roja de mis venas, la he visto fluir varias veces desde aquella época.

Comentarios

Entradas populares de este blog

¿Que si te quiero?

¿Y tú qué harías?

Y si los ángeles existen...